En nuestro país y ya desde hace algunos años, ante la ausencia oficial de un homenaje póstumo al natalicio de una gran mujer, Violeta Parra, el estado decidió asignar el día 5 de octubre como el “Día de la Música y los Músicos Chilenos”. Ello y lo reiteramos, con el propósito de resaltar y en cierta forma retribuir a lo que fue la figura de Violeta Parra chilena conocida mundialmente dado su canto abierto y confrontacional, enunciativo y declamativo. Como complemento se le atribuyÓ, no sin merito, su conocimiento y prácticas en las artes visuales. Pero la fecha solo fue oficializada ya que las barriadas mas comprometidas en su lucha social ya levantaban festivales y otras actividades sin necesidad del oficialismo estatal.

En nuestra región se solicitó la colaboración municipal para desarrollar el acto central en nuestra ciudad, a lo que el municipio accedió con un mínimo aporte en infraestructura y cero participación artística musical.

El evento tuvo un costo aproximado de $24.000.000, con aristas de muy alto nivel, todos de otros puntos de la región y del país. Se entiende pues era una actividad Regional. Con un escaso marco de público, pero con mucha cobertura de prensa y un Secretario Regional Ministerial que en todo momento destacó por su sed de autofotografiarse junto a …quien fuera. Situación en la que de pronto involucró a nuestra máxima autoridad comunal, quien pareció sentirse algo incómodo, dada la pintoresca situación.

El evento tuvo una duración aproximada de cuatro horas y en su punto central destacó por el extraordinario esfuerzo hecho por la máxima autoridad regional manteniendo el evento ausente en todo momento de la figura de la gran Violeta Parra. Motivo por el cual fue creado el 5 de octubre como día de la música y los músicos nacionales. En honor a la verdad hubo un par de minutos en donde su figura fue mostrada en un segundo plano y a través de una fotografía en un fondo de pantalla. Ese fue todo el homenaje a Violeta Parra hecha por el ministerio de las artes y la cultura de nuestra región.

Consultado el Seremi por www.traiguennoticias.cl ante tamaña ausencia. la respuesta fue clásica y típica del actual gobierno y sus personeros expertos en la apología de la hipocresía y la mentira, evasivas fue la tónica, asumiendo con ello lo grosero de la actitud del gobierno intentando dejar en el olvido a la gran Violeta Parra y su canto popular. Y peor aún la  principal excusa del Seremi apunto a que “con el evento se intentó rescatar los valores de la zona y se centró el acto en un homenaje a Quelentaro”. Vano seria intentar explicar lo inexplicable.

Quelentaro se caracterizó por su canto comprometido con el quehacer campesino y el dolor de la afrenta burocrática de una sociedad que enjuicia y condena al desposeído. Quelentaro merece su propio homenaje, Illapu merece su propio homenaje, Quilapayun merece su propio homenaje. ¿Sera necesario borrar los homenajes a Victor Jara para rendirle tributo a Illapu?… según este SEREMI… ello tiene cierta lógica, que este medio no comparte, no entiende ni se puede aceptar.

En cuanto a Traiguén y su día de la música y los músicos nacionales, no podemos desconocer la cantidad de amantes de la música y cultores, así como cantautores existentes en nuestra ciudad y otros que han emigrado. Pero los hijo de esta tierra están aquí, ignorados, pero están, ocasionalmente se les reconoce y felicita, se les entregan galvanos…y luego a los Señores del poder, se les olvida. Olvidan quienes ellos mismos galardonan y en pos de desconocidos de otras latitudes. Ejemplos hay de sobra… apellidos como García, Riveros, Zambrano,…y otros tantos hijos de Traiguén a los que este medio humildemente felicita y reconoce por su tradicional abrazo a la música, la poesía y la canción chilena. Anualmente se realiza en nuestra ciudad un millonario festival, del que se galardona a cantantes Traigueninos…a quienes luego se deja en el olvido.

No es aceptable intentar borrar la memoria existente bajo ninguna excusa, por otra parte quienes ameritan homenajes deben ser rendidos en su justa medida y espacios. La memoria chilena apesta y nuestras autoridades lo saben.