Una nueva y sólida jornada de movilización se realizó en nuestra ciudad. Ello en parte responde al llamado nacional de “la marca más grande de Chile” y que en nuestra capital concentró a más de 1.200.000 personas de acuerdo a cifras oficiales, lo que como ya sabemos es solo la cifra oficial.

Por su parte en nuestra ciudad aproximadamente unos 250 manifestantes se concentraron nuevamente y como ya es costumbre en la plaza de nuestra ciudad, para luego recorrer las principales arterias y finalizar con una actividad protagonizada en torno al canto joven y sus expresiones cargadas de demandas sociales.

La glorieta de nuestra plaza fue el improvisado escenario que albergo a un grupo de cantores populares y cantautores que expresaron sus opiniones a través del canto popular y sus alocuciones alusivas al dolor, el abuso, la sangre derramada y los asesinatos registrados en nuestro país.

Contrariamente y el dia anterior otro grupo de extraños jóvenes, en extraña conducta (tal vez alienígenas), al compás y jolgorio de nuestra danza nacional, la cueca, festejaban o celebraban o intentaban expresar, algo de chile (….?). Lo relacionamos o intentamos hacerlo con los efectos de la televisión que les dice cuales deben ser sus conductas. Bailar cueca sobre la sangre  y el dolor de Chile en ningún caso es aceptable, porque nuestra cueca, nuestra danza nacional es eso, alegría, festejo, jolgorio, conquista sensual y fiesta.

LA CONCENTRACIÓN

Como es ya costumbre alrededor de la glorieta de nuestra plaza de armas partió la marcha que esta vez estuvo marcada por la presencia de un gran número de comuneros mapuches, que según uno de sus voceros, “venimos a apoyar a los huincas en su lucha contra el estado terrorista”.

Las comunidades que llegaron a la plaza estuvieron encabezadas por dos jinetes y jóvenes portando sus tradicionales palines y fueron recibidos eufóricamente por los asistentes ya concentrados.

Desafortunadamente para nuestra ciudad y para los propósitos de esta movilización, la rabia, el descontento y la molestia contenida en contra de los grandes monopolios políticos y económicos en nuestro Pais, esta vez tuvo su canalización a través de pedradas y ataques a los ventanales del Banco Santander de nuestra ciudad quedando este con todos sus ventanales que enfrentan calle Santa Cruz, destrozados. Consultado un funcionario del banco que concurrió al lugar puntualizó que “el seguro se debería encargar  de los daños y la reparación, ademas las cámaras de seguridad debieran entregar responsables al respecto”.

La movilización que partió pasadas las 20:30 horas se extendió hasta las 22:30 horas.

ARTISTAS

Con mucho orgullo, con calidad interpretativa y con mucho entusiasmo, al menos seis jóvenes expositores músicos, se presentaron en el espontaneo evento. Asistidos por equipos de muy baja calidad de sonido, sin ningún tipo de iluminación, sin conducción, etc… allí estuvieron como en los peores tiempos de dictadura, casi en la clandestinidad, cantando para quienes lograban escucharlos, exponiendo y demandando, desenmascarando a la cúpula política. Y no con ritmos oficiales, ni con danzas estructuradas, ni con galvanos de reconocimiento, sino a través del arte y la poesía que le es propio al joven artista local, sin ”…los dobles oficiales de”.

Conversamos con algunos de esos jóvenes talentos locales y todos, lamentaron y reclamaron sus respectivos espacios en las actividades en Traiguén,  “igual se “echa de menos el apoyo de los que siempre bailan y se sacan fotos en los show en Traiguén, pero aquí estamos, existimos”, sentenció uno de los jóvenes expositores.

VELATON

Durante la manifestación artística se prendieron decenas de velas en torno a la glorieta, simbolizando el dolor de Chile, la sangre derramada por la represión militar y la indolencia política. Una clara manifestación que Traiguén no puede pasar por alto, pues está demostrado en las calles, que nuestra ciudad no está ajena a estas problemáticas y las responsabilidades políticas y sociales, no se pueden evadir frente a un estallido social.