Finaliza un año de grandes impactos para nuestra sociedad, impactos políticos y sociales que de una u otra manera afectaron a nuestra ciudad oasis.
Nuestro convulsionado país se vio colmado de burlas y abusos a las cuales la ciudadanía respondió gritando espontáneamente en las calles, a las que, de una u otra manera, parte de Traiguén también se plegó en contra de la impunidad administrativa de inescrupulosos que ya a estas alturas no tienen vergüenza alguna ni menos dolencias a la hora de seguir refugiados en sus todos poderosos escaños político partidistas para diezmar nuestra sociedad y nuestra naturaleza.
Como resultado de ello, un gobierno absolutamente desorientado regaló algunas migajas a sus espontáneos querellantes, la mayoría de ellos ni siquiera en las calles, al contrario, condenando a aquellos que si protestaron durante semanas. Pero a la hora de recibir bonos o aumentos todos tendieron la mano sin ninguna vergüenza o pudor luego de haber condenado a sus propios compañeros quienes lucharon en insistentes huelgas. En parte los gremios públicos paralizados, mientras sus compañeros murmuraban “andan puro hueviando” … Hoy aquellos murmurantes ni siquiera las gracias les dan a sus compañeros. Los que no tienen vergüenza no solo están en el congreso o en cargos públicos, están muy bien aleccionados en nuestra sociedad, como verdaderos carroñeros esperando que los demás luchen por ellos y luego a saborear…eso, ¡es no tener vergüenza o simplemente ser un sinvergüenza!
El país entero a podido ser testigo de la impunidad con que el estado chileno ha permitido el asesinato, tortura, abuso, …etc, crímenes condenables en cualquier parte del mundo, sin embargo, en nuestro país se le da nombres especiales para no hacerlo ver como los delitos que son: colusiones, malversaciones, usos indebidos, faltas a los protocolos, etc… así se encubre la asociación ilícita para estafar, la misma estafa, el robo, el asesinato, la tortura y otros crímenes.
Mientras en nuestra ciudad los circos hacen nata por todos lados y últimamente con entradas liberadas, cosa que de una u otra manera ayuda a la comunidad a “entretenerse en algo”, y que es lo que se busca. Craso error, porque tarde o temprano los hechos o alguien, lo enrostra. ¿Pero, qué pasa con la educación?…
Traiguén se verá en los próximos días enfrentado a un llamado a sufragio emanado de la cuna misma de los corruptos, me refiero al congreso, desde donde ha emanado un llamado a sufragio para cambiar la constitución de la dictadura militar. Después de más de treinta años un congreso llama a cambiar una constitución hecha por una dictadura militar condenada en el mundo entero y la cual le calzó cómodamente a esta seudo democracia para afianzarse en el poder y acomodar sus cuentas. Ahora “alguien” la cambiará previa aceptación a través de escrutinio ciudadano. ¿Alibaba abrirá su cueva, devolverá lo robado y pagará todos sus crímenes? (…jua!)
Ante la disyuntiva hemos visto una administración no preocupada de educar a la comunidad al respecto, que por cierto en más de un 90°/° ignora que es o como hacer una constitución. Situación comprobada a través de las reuniones que algunas agrupaciones sociales han realizado en alguna JJVV o entidades culturales. Este medio ha tratado privadamente el tema con diversas autoridades de nuestra ciudad, todos se dan por enterados, nadie hace absolutamente nada. Esa es la respuesta absoluta. Pero sucede que los “educados” saben que “al ganado solo se le debe arrear” adecuadamente en el momento propicio. Nuestra sociedad debe ser educada y el llamado publico es a quienes tienen la capacidad en sus manos de, para de esta forma dar a nuestra sociedad el derecho a elegir con pleno conocimiento y no es valido ´politica ni mkoralmente llamar a elecciones a una comunidad que descocnoce de manera absoluta una constitucion politica, en su redaccion, contenido y/o mandatos. Merecemos respeto.
Nuestra pequeña ciudad, un oasis moderno en la IX región, ha sido objeto de diversos adelantos y modernizaciones, grandes cantidades de pavimentos, muchas luminarias, áreas verdes, actividades circenses, deportivas y shows, millonarias inversiones para «vernos lindos»,. Pero es lamentable que la educación, la cultura y la salud se miren por sobre el hombro y se mantenga en un status cuo que nos hace parecer todo lo aberrante como “normal”. No es normal que el hospital se quede sin recursos y sus operarios deban paralizar, no es normal que nuestro rio sea cotidianamente contaminado, no es normal que los niveles educacionales sean tan bajos, no es normal que Traiguén no tenga un centro de atención primario, no es normal que exista un centro de prácticas de tiro militar a metros de un hospital y un hogar de ancianos, no es normal reconocer cada día el progreso de los colonos y olvidar a los pueblos originarios a los cuales se les acalla con entrega de “recursos”. Hay un sin número de complejas situaciones “normalizadas” o ignoradas en nuestra pequeña ciudad que dan vergüenza. Y tampoco es normal esperar el día del escrutinio para apoyar a los hipócritas del congreso sin educar a nuestra comunidad, nuestras autoridades tienen el deber moral, sino administrativo, de educar a la ciudadanía y no tratarla como ganado para simplemente “arrearles” el día ante de los sufragios ya sea por un SI o por un NO.
Estimados vecinos, la navidad como es ya costumbre fue un buen negocio y la oportunidad para el “usuario de navidad”, de congraciarse con sus familias y ostentar capacidades económicas regalándole a “la clase baja”, o impresionando a su amigo secreto. Pocos, muy pocos cristianos elevaron una oración de gratitud o vivieron la natividad en el recogimiento familiar, como fue la tónica, una vez más y mayoritariamente, a nivel mundial. Pero es una elección personal, es un modelo económico que empuja a ello y el que lo recoge lo hace libremente. Lo anormal es la irracionalidad.
Traiguén en términos generales debe salir de la mediocridad del estado subsidiario, debemos hacer de nuestra primera tarea elevar nuestros objetivos básicos, mejorar nuestro sistema educacional, nuestro sistema de salud, nuestros valores culturales, evitar la proliferación de los monocultivos, no podemos seguir permitiendo el manejo de unos pocos esbirros políticos, de una zona pujante y hermosa, porque ellos nunca verán nuestra cultura, nuestra salud, nuestra educación, como una necesidad social, sino como una simple olla de oro al final del arcoíris. Y nosotros somos el arcoíris.
Finaliza un nuevo periodo anual y habrá abrazos, saludes, bailes, asados, tertulias, comilonas, ..etc. Pero por sobre todo habrá olvido e irracionalidad, lo lamento por la humanidad. Ojalá y tengamos un nuevo periodo anual con algo más de raciocinio y humanidad.
www.traiguennoticias.cl, espera y les desea que el 2020 finalice con motivos para celebrar. Este año hay demasiado por lamentar.